Hábitos alimenticios saludables pueden motivar a los empleados
La conciencia sobre la importancia de los hábitos alimenticios como fuente de bienestar, salud mental y motivación es relativamente reciente.
La realidad es que el aumento de las enfermedades relacionadas con malos hábitos alimenticios (obesidad, enfermedades cardiovasculares, diabetes…) ha tenido al menos un efecto positivo: hoy, se presta una mayor atención a la dieta y su impacto en la salud.
En este sentido, los avances científicos en torno a la nutrición han confirmado el impacto crucial de los hábitos alimenticios en la salud mental, un discurso que ha tardado en colocarse en el centro de las prioridades.
No obstante, era solo cuestión de tiempo que la dieta y el fomento de buenos hábitos alimenticios se convirtieran en un asunto ineludible para cualquier organización. Hoy, las empresas más innovadoras ya incluyen en sus programas de bienestar integral multitud de aspectos relacionados con la dieta: desde el énfasis en alimentos frescos y orgánicos hasta facilitar el acceso a nutricionistas y chefs que ayudan a planificar y preparar comidas saludables.
Pero ¿cuál es el vínculo entre hábitos alimenticios saludables y el bienestar de los empleados, y cómo ello repercute en la empresa? Y, más allá de esto, ¿qué pueden hacer las empresas para promover este importante círculo virtuoso? Te lo contamos.
El vínculo entre hábitos alimenticios y motivación
El vínculo entre los hábitos alimenticios y la motivación es complejo y multifacético. En cualquier caso, existe una creciente evidencia científica que sugiere que la nutrición influye en la salud mental y el bienestar emocional.
Esto no resulta difícil de comprender incluso dejando de lado la ciencia y abordando el asunto desde el lado más intuitivo: los alimentos que consumimos nos proporcionan la energía necesaria para nuestras actividades diarias. Por lo tanto, una dieta equilibrada y nutritiva puede fomentar nuestra vitalidad y, a su vez, impulsar nuestra motivación.
A su vez, desde el lado científico, se sabe que consumir alimentos ricos en nutrientes (frutas, verduras, granos enteros y grasas saludables) tiene un impacto directo en el estado de ánimo y la salud emocional. Por ejemplo, es significativo el artículo ‘Salud mental y nutrición: una revisión sistemática’, publicado por el Colegio de Enfermería de Madrid.
Más allá de estas consideraciones, también se debe tener en cuenta cómo los hábitos alimenticios saludables pueden también contribuir a una imagen corporal positiva y a una buena salud física, aumentando la autoestima y la motivación como efecto colateral.
Cómo fomentar buenos hábitos alimenticios desde las empresas
Ahora que hemos visto por qué fomentar buenos hábitos desde las empresas puede ser positivo, sabemos que hay al menos dos estrategias clave que han probado ser útiles:
Fomentar opciones saludables en las instalaciones: alimentos frescos, verduras, y opciones bajas en grasas y azúcares deben estar presentes en áreas como cafeterías, máquinas expendedoras y áreas de descanso.
Promover la educación sobre nutrición: está también en la mano de las empresas la organización de talleres o charlas sobre nutrición y alimentación saludable, como parte de los programas de bienestar en el lugar de trabajo.
Por supuesto, el fomento de hábitos alimenticios saludables va más allá de esto, pues también puede verse influenciado por otros factores. Por ejemplo, contar con una cultura organizacional que valore el bienestar de los empleados en general es crucial; al igual que el papel de los directivos que sirven de modelo con hábitos alimenticios saludables.