4 consejos para comer en la oficina
Si tenemos en cuenta que pasamos más de 40 horas a la semana en nuestro lugar de trabajo, comer en la oficina se convierte en un factor realmente importante porque allí pasamos la gran parte de nuestro día.
Los mejores consejos para comer en la oficina
Uno de los grandes errores cuando hablamos de comer en la oficina es el dejar pasar mucho tiempo sin hacerlo. Es decir, esperar hasta la comida y estar muy hambriento a esta hora.
A diferencia de lo que puedas crear es importante picar entre horas durante tu jornada laboral. Pero eso sí: picar sano y evitar los excesos.
Lo ideal es no dejar pasar más de tres entre cada comida. Por lo que si desayunaste antes de salir de casa, sobre las 12h es un buen momento para picar algo.
Frutas, un puñado de frutos secos o algún snack saludable que no aporte muchas calorías son las mejores opciones.
Hacer meriendas evitará atracones o ansiedad a la hora de nuestras principales comidas.
- No comas en el escritorio
Otro error frecuente cuando hablamos de comer en la oficina es hacerlo frente al ordenador, sin levantarnos de nuestro puesto de trabajo.
Una investigación de la Universidad de Birmingham (Reino Unido) revela que comer en el escritorio mientras se realizan otras tareas crea interferencias en el cerebro que, al estar distraído con dos actividades simultáneas, no logra eliminar la sensación de hambre. Esto nos hace comer más, lo que a mediano plazo incrementa el riesgo de engordar.
Comer en la oficina no tiene porque ser aburrido o poco apetecible. Una de las formas de garantizar que quedes satisfecho y no tengas ansiedad por picar entre comidas, es tener un tupper bien preparado a la hora de comer en la oficina.
Incluye una proteína, preferiblemente preparada al vapor o al horno, para así evitar que los alimentos absorban demasiado aceite; y acompañala con hidratos y ensalada. Normalmente, las ensaladas no requieren de mayor preparación, simplemente se trata de llevar las verduras o vegetales cortados y listos para aderezar al gusto.
Esta es la regla de oro. La planificación es clave a la hora de comer en la oficina.
Si te viene mejor, para tener todo más claro, apunta en un cuaderno tus ideas de menú semanal.
Con la planificación hecha, lo ideal sería tomar un rato del fin de semana para cocinar cada cosa. En el caso de que prefieras hacerlo durante la semana, aprovecha entonces de dejar los ingredientes cortados y las porciones separadas en tuppers. De esta forma será más fácil cuando te pongas a cocinar.
También puedes planificar tus snacks. Compra fruta de temporada o cualquier cosa que quieras llevar para comer entre comidas. De esta forma tendrás varias alternativas a la hora de hacer tu fiambrera.